Aproveche todos los recursos a mi disposición para regar la voz, y llegar a la mayor cantidad de gente posible: Facebook, Twitter, mensajes de texto, mensajes de BlackBerry. Hice esto, porque al preguntarle a la gente, normalmente les a pena admitir que no saben votar, o como funciona el sistema. Luego de casi una semana de buscar a personas que no sabían como votar, llego el día. Hoy, domingo 26, aproveché que uno puede ser acompañante de personas de la tercera edad para ayudarlos con el proceso de votación. Pude ayudar a tres personas que, por su edad, aun no se habían familiarizado con la tecnología utilizada en estas elecciones, después de años y años de usar el viejo tarjetón y votar manualmente.
Me fui con la satisfacción de haber ayudado a personas desconocidas a sentirse cómodas con este sistema de votación, además de seguir ayudando a mi hermana a cumplir con su deber cívico. Y a esta hora, 11:05 PM, solo queda esperar por los resultados... y esperar que el proceso haya sido limpio, transparente, y favorable para aquellos que sentimos y necesitamos pluralidad y competencia a la hora de elaborar las leyes que rigen a nuestro país.